La situación de estos enfermos, en aislamiento y sin posibilidad de sentir el afecto de sus seres queridos, hace necesario que en nuestro centro podamos facilitarles el contacto y el acompañamiento emocional que necesitan, tanto a ellos como a sus familias, como parte de la auténtica calidad asistencial.
Al objeto de proporcionar una atención especial, con la mayor calidad asistencial y humana que sea posible a los pacientes COVID-19 que están hospitalizados y en aislamiento en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza y prevenir o aminorar los problemas emocionales, un equipo de profesionales compuesto por personal del servicio de Trabajo Social, del Servicio de Atención Espiritual y Religiosa y una de las psicólogas del centro está ofreciendo soporte emocional tanto al enfermo como a su familia.
El imprescindible aislamiento de los pacientes COVID hospitalizados en el centro para evitar el contagio de la enfermedad por SARS-CoV-2 ha obligado a cambiar y adaptar todas las actividades y dinámicas del Hospital y a modificar el régimen de visitas hospitalarias y la permanencia de los familiares de los pacientes.
Esta situación, agravada en el caso de los pacientes COVID, en aislamiento y sin posibilidad de sentir el afecto de sus seres queridos, hace necesario que en nuestro Hospital podamos facilitarles el contacto y el acompañamiento emocional que necesitan, tanto a ellos como a sus familias, como parte de la auténtica calidad asistencial.
Así, para afrontar el sentimiento de soledad, el contacto telefónico y las videollamadas entre los pacientes COVID y sus familias son coordinadas por este equipo según se detectan las necesidades emocionales en cada caso particular.
Asimismo, y en el caso de pacientes que pudieran llegar a sus últimos momentos de vida, se podrá garantizar el acompañamiento y presencia física de un familiar con las medidas de protección adecuadas.
El Hospital San Juan de Dios de Zaragoza habilitó una unidad específica para pacientes positivos en COVID-19. De esta manera, se respondía a la necesidad de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón de aliviar la presión en los hospitales Miguel Servet, Clínico y Royo Villanova de la ciudad de Zaragoza. Aunque en un principio se pusieron a disposición 20 camas, se ha ampliado la capacidad para acoger a 30 pacientes.